Cómo apoyar a un ser querido que le tocó vivir con una enfermedad crónica.

Si a un ser querido le diagnostican un cáncer o una enfermedad que supone un riesgo vital, usted puede sentirse desesperado, con gran impotencia frente a la situación y sin saber cómo apoyarle para facilitar la adaptación de la persona con los cambios que ocurrirán en su vida y hacer menos difícil su proceso de tratamiento y convivencia con la enfermedad.

Todas las investigaciones concuerdan en señalar que el apoyo de la familia y los amigos tiene un efecto importante en la capacidad de los pacientes a sobrellevar una enfermedad crónica; aunque cada persona tiene una sensibilidad e historia diferentes, cuando se tiene una enfermedad crónica, se necesita sentir el afecto sincero (no la compasión) y la preocupación sana de sus seres queridos.

Recordamos aquí algunas sencillas pautas al respecto:

  1. Infórmese sobre la enfermedad, de ser posible, hable con el equipo médico para saber con claridad las etapas del tratamiento y cómo ayudarle a que integre el diagnóstico en su vida y comience a luchar contra la enfermedad.
  2. Escúchele y dele el apoyo emocional que requiera. Evite de tratar de negar el problema (diciendo “no es nada”, “ya va a pasar”,…). Hágale sentir que no está sola y que tiene gente que la quiere y que estará a su lado en todas las etapas de su tratamiento.
  3. Busque casos de personas que hayan vencido la enfermedad para ponerlas de ejemplo cuando la desmotivación cunda y necesite reactivar la  esperanza.
  4. Cuando informe a la familia, hable con honestidad sobre la situación que toca vivir a la persona, sin dramatismos ni escondiendo diagnósticos. No invente enfermedades raras que tienen tratamiento, por no pronunciar el nombre de la enfermedad y ocultarla  a la familia, eso generará mayor confusión, ansiedad, culpabilidad….
  5. Aborde la enfermedad con los niños, de la manera más clara y dejando bien establecido que ellos no son responsables de la enfermedad (es común ver a niños pequeños sentirse responsables de las cosas negativas que suceden en su entorno e incluso de enfermedades de los padres), responda con claridad  a todas sus inquietudes y ayúdeles a disminuir su ansiedad. Trate de fomentar una vida normal en los niños; sus risas y su afecto ayudarán de manera importante a la persona enferma.
  6. Haga una selección de las personas para compartir la información sobre la enfermedad. Algunas se acercarán más a la familia y participaran en las actividades de apoyo, otras, que tienen relaciones más problemáticas con la enfermedad (no con la persona enferma) tendrán dificultades a saber cómo actuar y por facilidad se alejarán.
  7. Haga una lista de cosas en las que sus amigos y familiares puedan ayudar (las compras, tareas diarias, cuidar a los niños,…etc.) y pídaselas sin reparos, ellos estarán gustosos de hacerlo y de sentir que contribuyen de alguna manera.
  8. La persona que sufre la enfermedad pasará por etapas en las que se sucederán momentos de estrés, ansiedad, cólera, culpabilidad,… etc. De ser posible, que vea un psicólogo (la psicología ha realizado importantísimos avances en el tema) que pueda ayudarle a desarrollar estrategias para integrar lo que le pasa y recuperar la sensación de control de su vida. También puede asistir a sesiones de grupos de apoyo (de diversas asociaciones y hospitales) en los que descubrirá que hay muchas otras personas que están en el mismo trayecto de lucha contra la enfermedad y podrá encontrar estrategias que utilizan otras personas para lidiar con la enfermedad. 
 
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