Lo que debe saber sobre la relajación

La investigación clínica ha demostrado que existe una relación estrecha entre  el nivel de estrés que soporta una persona y su estado de salud. Lo que sugiere que un mayor nivel de estrés, que puede ser: agudo (intenso y en un lapso corto de tiempo) o crónico (estrés que perdura en el tiempo) generaría una disminución del bienestar general de la persona y consecuentemente problemas en su salud física (úlceras, diversas disfunciones digestivas, psoriasis, diversos problemas en la piel, asma,…) y/o mental (ansiedad, irritabilidad, problemas de concentración, depresión,…).

La relajación ha sido reconocida científicamente como una técnica que contribuye a la solución de diversos problemas psicológicos y físicos, facilitando el drenaje del estrés acumulado,  disminuyendo consecuentemente el nivel de ansiedad, y generando una sensación de calma y bienestar, de confianza en sí mismo, que permite gestionar adecuadamente las emociones. Cabe señalar que la relajación, por sí sola, no resuelve los problemas, pero es de gran ayuda en la terapia (porque sobre ella se aplican otras técnicas terapéuticas) y sobre todo en la prevención.

Existen numerosas técnicas de relajación, algunas son centradas en la percepción de movimientos y sensaciones de tensión -relajación (por ejemplo: de Jacobson), otras centradas en las imágenes mentales (entrenamiento de Schultz), otras aún con componentes hipnóticos (hipno-relajación) o la propia hipnosis (que no tiene nada que ver con la hipnosis de espectáculo!). Algo que hay que tener claro es, que no existe “la técnica eficaz” para todos, pues cada persona puede reaccionar de una manera diferente ante una u otra, por lo que hay que buscar la que mejor le funciona  a cada persona.

De lo que se trata es de conseguir, a través de la relajación, una sensación de calma y bienestar que permita, a la persona que lo practica, de dejar las tensiones inútiles para que pueda concentrarse únicamente sobre las necesarias para la actividad que quiere realizar; para tomar distancia de lo que le está ocurriendo y ver el mundo exterior y verse a sí mismo con una perspectiva más objetiva. Ciertas personas pueden hacerlo fácilmente, otras, tienen mayor dificultad, pero con un entrenamiento todos pueden lograrlo. Es recomendable de consultar a un psicoterapeuta cognitivo-conductual para entrenarse adecuadamente, si lo requiere.

Finalmente, para cultivar una cierta higiene de vida y prevenir la aparición o agravación de algunos problemas físicos y psicológicos vinculados al estrés, tenga presente que los beneficios de la relajación, no solo puede lograrse con las técnicas específicas de relajación. Existen numerosas actividades que pueden generarle un cierto nivel de bienestar general, entre las que podemos mencionar: las técnicas inspiradas en la medicina asiática (meditación, yoga, tai-chi o shiatsu, masajes, sauna,…), el ejercicio físico regular (pilates, caminatas a paso sostenido, natación, aeróbicos,…), actividades sociales (salidas con amig@s, asistir a espectáculos, tener ciertas actividades de ocio con amigos y familia,…), actividades en el campo (jardinería y cualquier actividad que le procure un contacto con la tierra, el aire sano y actividad física).
 


El arte de ser feliz


La felicidad es, ahora,  un tema que interesa a la ciencia. Existen cada vez más investigaciones de diferentes áreas (la psicología y sus ramas, la sociología, ciencias políticas, economía,… ) y van apareciendo numerosas publicaciones técnicas , como también libros de vulgarización conocidos como “autoayuda”, que tienen cada vez más adeptos. Una prueba más de la importancia que tiene la búsqueda de la felicidad en la vida de la persona, nos viene de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que ha declarado un día del año (el 20 de marzo) como el Día internacional de la felicidad, que este año se celebra por vez primera. 
¿Cómo se consigue la felicidad?, es la pregunta que muchos nos hacemos, y tenemos que reconocer que no hay una sola receta para la felicidad, cada quien debe mirarse al interior de sí mismo para saber lo que realmente le hace feliz. Aquí, mencionamos algunas pautas simples, que son más frecuentes en los diferentes sistemas y publicaciones que existen en la actualidad. 

1. Conviértete en tu “mejor amig@”, quiérete y acéptate tal como eres (con tus fortalezas y tus debilidades). Si algo te molesta en ti,  reconócelo y trata de corregirlo (si deseas), pero no te recrimines, ni culpabilices por ello.

2. Reconoce  y agradece a Dios o a la naturaleza (según tu sistema de creencia), por las cosas buenas que tienes en la vida (salud, familia, hijos, dinero, trabajo,…). Según las investigaciones, las personas que agradecen cada día por lo que tienen, logran sentir mayor paz interior y son menos agresivos.

3. Aprende a reír e irradia alegría alrededor tuyo. Vive con entusiasmo, cultiva el humor  en tu vida y disfruta de las cosas simples, las muestras de  afecto, juegos,….

4. Piensa que todo tiene solución. Acepta los problemas que puedas tener  sin dramatizarlos ni desesperarte. No podemos controlar lo que sucede en la vida, pero si podemos decidir la actitud con la que enfrentamos.

5. Escucha a los demás. Muchos de los problemas que tenemos con otras personas son de comunicación.

6. Reconcíliate con tu pasado. No te agobies por los errores cometidos, solo trata de sacar  las  lecciones que te aportan y aplícalos en la vida.

7. Conserva  tus buenos amigos.  Ellos compartirán tus alegrías y serán un soporte importante en momentos difíciles.

8. Preserva tu libertad a tener tus opiniones y a expresarlas. Atrévete  a decir “no”, eso te permitirá no estar agobiado con tareas o conflictos que no te interesan.

9. Trata de alcanzar tus sueños postergados. Haz una lista de las cosas que siempre quisiste hacer y no pudiste por algún motivo, y comienza a realizarlas progresivamente.

10. Comparte tu tiempo o tus recursos con gente que necesita más que tú. La solidaridad es otro aspecto que da sentido a la vida y genera una paz interna. 
 


Lo que implica el ser mujer en la sociedad actual


Cada año, por el Día Internacional de la Mujer (que se conmemora el 8 de Marzo),  vemos una profusión de mensajes alusivos a la fecha y eventos diversos en los que se hacen balances sobre los derechos que van alcanzando las mujeres en los diferentes países. Todos coinciden en que, en las sociedades más desarrolladas y mejor organizadas, la equidad entre los hombres y mujeres va avanzando año tras año, y que, es en las sociedades menos desarrolladas y más básicas (zonas rurales, países en los que la ley islámica es de aplicación,…) queda un gran trabajo por realizar, sobre todo en las libertades de las mujeres, el ejercicio de ciudadanía, el acceso al trabajo, la remuneración equitativa, la erradicación de la violencia en todas sus formas,…
Al margen del aspecto global del tema, veamos lo que vive cada mujer en la sociedad actual, en la que su rol económico no es más tema de discusión. El contexto de crisis económica que se vive en gran parte del planeta, hace que las mujeres tengan la necesidad de trabajar fuera de casa para obtener recursos que contribuyan al funcionamiento de su familia; lo que, obviamente,  les obliga a desarrollar grandes habilidades de organización, porque ser mujer , hoy, implica asumir diferentes roles, intentando lograr el mismo nivel de eficiencia y sin culpabilizarse por las cosas que no resulten como previsto. Mencionamos aquí, solo algunos de esos roles, por obvias razones de espacio.
El rol de  esposa o compañera de vida, que no significa estar detrás de un hombre y empujarlo para que crezca, sino caminar a su lado, mirando ambos en la misma dirección y superando los retos cotidianos; haciendo esfuerzos por encontrar una forma de comunicación efectiva y no agresiva, que les permita gestionar la distribución de las tareas y responsabilidades de la familia y las diferencias personales inevitables de una vida de pareja.
El rol de madre, que tiene que asumir lidiando por equilibrar el amor incondicional (indispensable para la construcción del autoestima), la protección (percepción de seguridad personal), la autonomía (capacidad de tomar sus decisiones y asumir las consecuencias) y la disciplina (la persistencia en el esfuerzo) a fin de hacer que sus hijos, se conviertan en los hombres y mujeres de bien que siempre quiso tener y que, a fin de cuentas, constituyen su mejor obra.
El rol de profesional y trabajadora, a asumir con visión y grandes habilidades de organización, a fin de lograr eficiencia en su trabajo, sentirse valorizada por sus resultados y abrirse un espacio por sus propias competencias.
El rol de persona realizada, que no solo se ocupe de atender a los demás, sino también a sí misma. La mujer tiene el derecho a una buena salud física y mental, por lo que debe ocuparse de su salud (controles médicos periódicos), hacer ejercicio regular, tener una alimentación equilibrada, tener una serie de actividades placenteras a realizar sola, con su pareja, con su familia o con sus amigas, lo que le dará una visión positiva y la hará feliz.


Una mirada hacia nosotros mismos: el Cuestionario de Proust


El Cuestionario de Proust, que llegó a llamarse así porque el escritor francés Marcel Proust (1871-1922) fue el primer “famoso” a haber respondido (con humor y entusiasmo, en varia etapas de su vida) a una serie de preguntas de un antiguo juego inglés llamado “Confesiones”,  que permitía descubrir sus preferencias y aspiraciones personales.  Ese juego hacía parte de un álbum « An Album to Record Thoughts, Feelings, &c » (un álbum para registrar  sus pensamientos, sentimientos,….),  y estuvo de moda durante buena parte del siglo XIX.
Desde entonces, se encuentran traducciones de ese cuestionario en diferentes idiomas y son utilizadas por animadores y entrevistadores de televisión, como también algunas revistas , para dar a conocer a la persona entrevistada. Fuera de lo anecdótico de este cuestionario, podemos darle una utilización personal, quiere decir, para hacer una ligera introspección (mirarnos hacia adentro a fin de conocernos mejor) y poder actuar sobre algo que nos caracterice y que no nos satisfaga completamente.
Aquí, transcribimos algunas de las preguntas, y te sugerimos de comenzar la primavera descubriendo lo que valoras y cómo te sientes respondiéndolas….
1.     ¿Cuál es tu principal rasgo de carácter?
2.     ¿Qué calidad aprecias en un hombre?
3.     ¿y en una mujer?
4.     ¿Qué esperas de tus amigos?
5.     ¿Cuál es tu mayor defecto?
6.     ¿Cuál es tu afición favorita?
7.     ¿Cuál es tu mayor sueño?
8.     ¿Qué te hace feliz?
9.     ¿Cuál sería tu mayor desdicha?
10.  ¿Qué ocupación te gustaría tener en el futuro?
11.  ¿En qué lugar te gustaría vivir?
12.  ¿Cuál es tu color favorito?
13.  ¿Tu flor preferida?
14.  ¿Tu animal preferido?
15.  ¿Cuál es tu libro de cabecera?
16.  ¿Qué música es la que más te emociona?
17.  ¿Qué obra de arte te ha impresionado?
18.  ¿Qué personaje de la historia admiras?
19.  ¿ Quiénes son tus héroes en la vida real?
20.  ¿Qué hábito ajeno no soportas?
21.  ¿Qué don te gustaría poseer?
22.  ¿Cómo te gustaría morir?
23.  ¿Qué defectos te inspiran más indulgencia?
24.  ¿Cuál es tu estado de ánimo más habitual?
25.  ¿Cuál es el motor de tu vida?
 

LA SIRENITA Y LOS FAROS,... O LA CREATIVIDAD EN LA SOCIEDAD DE CONSUMO


Por: María Eugenia Mansilla A.
Cuenta la leyenda que las Sirenas eran unas bellísimas mujeres con la parte inferior de su cuerpo en forma de pez. Estas bellezas se sentaban en los promontorios rocosos y otras zonas peligrosas del mar a peinarse su larguísima, blonda y rubia cabellera, o roja negra o colorina, según el gusto de quién era atraído a tan peligrosa zona por su bellísima voz con un sonido capaz de atravesar largas distancias.

Es asi que, según la leyenda morían innumerables hombres junto a sus naves que se estrellaban con las mencionadas áreas de peligro, al perder el sentido común y el de orientación persiguiéndolas.  Esto explica el por qué se inventaron los faros que se ubicaron en los lugares peligrosos de las costas que acostumbraban a recibir a los navegantes, guiándolos con su luz. Estos faros perdieron su utilidad por el avance de la fría  ciencia que brindó las bases para los sonares y otros ejemplos de la aplicación de la tecnología al servicio del hombre y sus peligrosas costumbres en el que la osadía y el deseo de superación, sumado a la siempre creativa imaginación de los seres humanos.

LAS SIRENITAS DE ESTE SIGLO

El  hombre sigue siendo soñador hasta cruzar los límites de la sensatez. Es así que los hombres y mujeres del presente siglo soñamos con nuevas sirenitas que con sus voces y hermosuras nos atraen sin medir el peligro que presentan. La diferencia es que esta  sirenita ha sido reemplazada por lo que Vargas Llosa denomina “sociedad del entretenimiento”.

En lo cotidiano estas nuevas sirenas son principalmente los “malls” o centros comerciales, y ya más complicado es el tren de vida que general llevamos. La sirenita nos canta y atraen a través de una voz no tan bella pero muy efectiva conocida a través de los llamados medios de comunicación, que nos invaden hasta en nuestra privacidad con su publicidad “científicamente” atractiva y nos lleva a los peligrosos peñascos y farellones  de la realidad. El tremendo choque entre la sirenita y la realidad, nos deja heridos contusos y muertos por el camino del “sueño de vida”  que comprende mi presupuesto derivado de mis reales ingresos o, en el peor de los casos,  con el terrible mal de este decenio, la pérdida de nuestro puesto de trabajo. Y nuestro curriculum vitae se despeña por las cuestas de la vida.

Es decir, el naufragio  nos deja maltrechos, malheridos y a veces en peores condiciones. Pocos se salvan de enfrentar primero el cierre de sus maravillosas tarjetas, esas que se ven tan bonitas den nuestro tarjetero, apareciendo en las listas de morosos; otros con menos suerte, pierden sus  bienes muebles y -por suerte los menos, lo cual no es ningún consuelo-, pierden sus bienes inmuebles.

¿QUÉ HACER ANTE SEMEJANTE DEBACLE?

De hecho no podemos quedarnos sólo mirando al cielo y llorando nuestra desgracia, buscando a quién echarle la culpa –aunque vale la pena mirar fríamente la situación y analizar causas y culpables.

Este es el momento de mirar a nuestro interior y recordar que todos los seres humanos tenemos fuerzas interiores que no usamos en épocas de bonanza sino en épocas de crisis. Nuestra naturaleza y la experiencia acumulada que recibimos con herencia genética, nos permite contar con fortalezas y creatividad PARA NUESTRO USO.

Para entender la creatividad como un factor de solución de problemas  cotidianos, se debe considerar en primer lugar que, todos los seres humanos buscamos la solución a nuestras necesidades, que siendo siempre las mismas (9) la variedad que aparece frente a nuestros ojos en realidad se debe a los  satisfactores que encontramos en nuestro entorno y a los bienes producidos en nuestra cultura.

Es así que, al aprender a comportarnos de acuerdo a los modelos  y valores de  nuestra sociedad (socialización) vamos definiendo nuestra personalidad y la manera que usamos nuestra creatividad, que nos sirve para resolver nuestras necesidades.  Usaré un ejemplo.
A la necesidad axiológica de protección, que es fundamental para asegurar la vida de las personas, le corresponden las categorías existenciales que se relacionan con lo que puede ser como individuo, lo que puede tener, lo que puede hacer y dónde lo puede hacer.   

En la ciudad esta necesidad nos impulsa a:
-protegernos del clima y del prójimo (no siempre confiables) ya sea teniendo una casa o departamento propio o alquilado, y ropa para cubrirse de acuerdo al clima y la moda que impera en su cultura; 
-alimentarnos de acuerdo a los patrones culturales, y a la dieta que corresponde a la edad;
-cuidar la salud, que depende en primer lugar de las dos anteriores, además de los controles médicos.

Todo lo cual requiere de dinero para lograr la satisfacción adecuada para mantener la salud, especialmente si eres joven y no tienes experiencia en controlar los gastos, ya que el mercado aparece muy atractivo, tanto por los bienes producidos y que se ofertan por una muy atractiva publicidad que hace atractiva y asequible la oferta, mediante los créditos, hipotecario para los bienes inmuebles y para el consumo en general. De aquí el endeudamiento con créditos directos o mediante tarjetas emitidas y aceptadas sin control, ¿quién no tiene o aspira a tener más tarjetas? O a tener la tarjeta de oro, especialmente entre los más jóvenes

Es aquí donde se encuentra el meollo de los problemas económicos que abruman hoy a un alto porcentaje de la población, ya que las facilidades de los créditos llevan a gastar más de lo recibido lo que se aprecia fácilmente cuando el consumidor tiene que alimentarse usando créditos también. Esto difiere totalmente de lo que se “fiaba” la gente en pobreza extrema, ya que ellos no tenían ni tienen acceso el crédito que comento.

En esta situación, el elemento clave es la personalidad, específicamente con la autoimagen, que tiene tres factores a su vez:
-          Quién soy
-          Quién creo que soy; y,
-           Qué creen los otros que soy. 

Una personalidad equilibrada es la que más cercana está de armonizar estas tres visiones de sí. Pero, en la actualidad, tiene mucho peso  el qué dirán mis conocidos. Esto se principalmente en los jóvenes que llegan a consumista para cumplir con el modelo que creen es el que esperan sus conocidos y familiares. De ahí  a gastar más de lo que puedo sumando la irresponsabilidad  no pagar sus deudas, finalizan con altos niveles de estrés que en algunos casos puede llevar a la depresión por la incapacidad de cumplir con su meta de estar bien o que los otros vean que le va bien. 

Esta generalización varía según la personalidad de cada quién, pero muchos jóvenes (hasta 25 años) y adultos jóvenes de ambos sexos viven esta situación a la que se suma la población que no consigue trabajo sea porque los busca en el momento en que se tiende a los despidos, especialmente de los adultos y adultos mayores (26 - 49  y 50 años a la edad de jubilarse, respectivamente).     

Entonces, ante esta crisis del sistema capitalista, sea en pleno proceso o como espada sobre la cabeza, ¿cómo enfrentar las consecuencias? Desgraciadamente cada uno o una deberá enfrentarla con creatividad y optimismo, siguiendo a algunos pensadores que consideran que toda crisis es una oportunidad. Lo que es muy fácil decirlo pero no vivirlo. 

Se necesita un trabajo personal sobre nuestro sí mismo, que requiere recordar que debemos equilibrar las tres visiones, reconociendo lo que somos sin importar las circunstancias, asumiendo nuestras capacidades y valores, aceptando que lo que había ya no es y todo ha cambiado, a lo que deberemos sumar la creatividad y el optimismo que da el conocimiento de que la vida siempre cambia y que si hemos superado todo lo que la historia nos enseña, saldremos adelante.

Lo expuesto es un primer paso que sólo la perseverancia podrá ayudar a sobrellevar las actuales dificultades económicas de nuestros países, reconociendo que esta es una situación externa que puede aparecer sobrecogedora pero, vuelvo a repetirlo, esta crisis externa a los individuos puede volverse una oportunidad si se recurre a la creatividad para enfrentarla. 

El acoso escolar (bullying). Entender y actuar.


El acoso escolar (bullying en inglés) es un tipo de violencia repetitiva (física y/o psicológica) que se produce entre niños y adolescentes, dentro del colegio. Si bien este problema no es nuevo, es un tema de creciente preocupación en todo el mundo, porque  al acoso entre escolares y su actual desarrollo en internet es una realidad que afecta a entre 10-15 % de niños y adolescentes de todos los países, en los que el sistema escolar es obligatorio.

Los actos de violencia a los que se libran los acosadores tienen diferentes formas: físicas (golpes, degradaciones del material escolar, la ropa o el refrigerio, los juegos peligrosos,…), psicológicas (insultos, burlas sobre la apariencia física, procedencia o religión, rumores, aislamiento,…), incluso sexuales (amenazas, violaciones,…). Se desarrollan siempre en grupos o “pandillas” y en los momentos y espacios de menor vigilancia (recreos, servicios higiénicos, redes sociales en internet,…)

El acoso toma formas diferentes en función de la edad y del sexo: los más jóvenes, se enfrentan físicamente, los de mayor edad utilizan el lenguaje; las mujeres hacen correr rumores y aíslan a su víctima por ese vía, los varones tienen más tendencia a recurrir a la fuerza física para impresionar a su víctima. Aunque, actualmente, con el uso del internet, varones y mujeres utilizan los mismos procesos de rumores, insultos, incluso colgando fotos en las que degradan a sus víctimas, lo que ocasiona problemas más serios ya que el impacto es multiplicado por el uso generalizado del internet en la sociedad.  

El acoso preocupa por la gravedad de las consecuencias sobre las víctimas, porque pueden desarrollar verdaderas patologías psicológicas (toda una serie de trastornos de ansiedad, depresión con riesgo de suicidio, trastornos alimentarios como la anorexia, bulimia,…), escolares (fracaso escolar) y sociales (marginalización,…), que de no ser tratadas oportunamente podrían comprometer de manera durable la salud mental y la calidad de vida futura. Las secuelas de la experiencia traumática podrían resurgir incluso mucho tiempo más tarde, y en algunos casos, como lo señalan las investigaciones, podría haber una transferencia entre las generaciones, pues algunas víctimas de acoso se convierten en padres de víctimas, lo que sucedería también con los acosadores.

¿Se puede prevenir?

A modo de prevención, los padres y adultos de referencia, deberían promover el desarrollo de ciertas habilidades sociales en los niños, desde la autonomía (saber tomar sus decisiones, a su medida y en función de su edad), la asertividad (saber decir “no” y expresar sus opiniones y emociones respetándose a sí mismo y a los demás) y el autoestima (tener una buena imagen de sí mismo y de sus capacidades), a fin de que sepan cómo enfrentar los retos de una vida en grupo.

En los establecimientos escolares, el equipo académico debe ser consciente de su responsabilidad en la prevención del problema: generando un buen clima escolar (agradable, interesante y seguro), estableciendo reglas claras en la escuela (sobre todo en la prohibición expresa de todo tipo de violencia) y vigilando su cumplimiento, promoviendo espacios de diálogo e intercambio de opiniones y experiencias, organizando a los escolares y canalizando sus energías con proyectos colaborativos pro-activos (clubes de turismo, preservación del ambiente, ciencias, poesía, deportes, campañas de solidaridad, oratoria, debates,….) a fin de enseñar a los niños a trabajar en equipo, de lo contrario existe el riesgo de un vacío de poder y caos en el que se agrupen al modelo “la ley de la selva”


Para identificar el problema de acoso, los adultos (padres, profesores,…) tienen que estar atentos a todo cambio brusco que se opere en las actitudes, en el comportamiento o en los resultados escolares de los niños y jóvenes;  en el aislamiento, las tardanzas sistemáticas o el ausenteísmo que pudiera ocurrir con ellos y que podría estar siendo la expresión de un malestar serio. De ser el caso, dar soporte psicológico al que es objeto de acoso a fin de que rompa el “secreto” sobre sus agresores e intervenir de inmediato sobre el problema, poniendo todos los medios en acción (padres de víctimas y agresores, psicólogos, policía,…) en función de las características del caso.

Para identificar e intervenir sobre este problema, existe una guía muy interesante para padres y escolares que estén confrontados al problema de acoso escolar por internet. Invito a visitar el sitio e informarse en detalle.

Los Días Internacionales del 2013 que pueden interesarnos.


Cada año constatamos la existencia de una preocupación común en todo el mundo, que toma la forma de un tema central de trabajo. Así,  el Año 2013 ha sido declarado como el “Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua”, con el objetivo de resaltar el importante papel que debe tener, este año, en el fortalecimiento del diálogo y la cooperación entre las naciones para disminuir la crisis de agua y saneamiento que existe en el mundo. 

Por otro lado, este año es también el "Año Internacional de la Quinua", declarado así con el objetivo de reconocer el valioso aporte de ese cereal, preservado por las culturas andinas en su estado natural, en la alimentación de las generaciones presentes y futuras.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la que emite esas declaraciones sobre los temas hacia los que serán dirigidos los esfuerzos de las poblaciones, sea hacia un tema central del Año (del Quinquenio, Decenio o incluso del Milenio), así como también algunas fechas especiales durante el año, que serán dedicadas a temas específicos; que se conocen como “Días Internacionales” (que se trabajan en varias naciones)  o “Días Mundiales” (en todas las naciones), con el objetivo de sensibilizar a la población mundial sobre algunos problemas de salud ( investigación para el tratamiento de enfermedades como el Cáncer, Alzheimer, Sida,…) , temas ambientales (preservación del ambiente, reservas de agua, especies naturales,…) , problemas de sociedad (violencia en todas sus formas, homofobia, familia,…), entre otros temas.

En el enlace que encontrarán aquí, y que les invito a revisar, verán los diferentes Días Internacionales del 2013. Esto puede interesar a las asociaciones, escuelas, organizaciones o a cualquier persona que quiera intercambiar experiencias, obtener información del tema que le interese, asistir a eventos que puedan contribuir a su formación o simplemente enterarse hacia donde van dirigidos los esfuerzos a través del mundo. 

A modo de ejemplo, en el tema del bienestar de la persona, podemos señalar estas fechas:

·         30 enero : Día Escolar de la Paz y la no violencia

·         4 febrero: Día mundial contra el cáncer

·         5 febrero: Día Internacional del Internet seguro

·         13 febrero: Día mundial del soltero

·         28 febrero: Día internacional de las enfermedades raras

·         8 marzo: Día Internacional de la mujer

·         14 marzo: Día mundial del sueño

·         7 abril: Día mundial de la salud

·         11 abril: Día mundial del Parkinson

·        6 mayo: Día Internacional sin dieta (por la aceptación del cuerpo y la diversidad de sus formas; también dedicado a llamar la atención sobre los peligros de los regímenes alimentarios exagerados…)

·         7 mayo: Día Mundial del Asma

·         12 mayo: Día mundial de la fibromialgia y el síndrome de la fatiga crónica

·         15 mayo: Día mundial de la familia

·         17 mayo: Día internacional contra la homofobia

·         21 mayo: Día mundial de la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo

·         31 mayo: Día mundial sin tabaco

·         4 junio: Día internacional de los niños víctimas inocentes de la agresión

·         12 junio: Día mundial contra el trabajo infantil

·         30 julio: Día internacional de la amistad

·         21 Setiembre: Día internacional de la paz / Día mundial del Alzheimer

·         01 Octubre: Día Internacional de la no violencia

·         4 octubre: Día mundial de la sonrisa

·         10 octubre: Día mundial de la Salud Mental

·         19 Octubre: Día mundial contra el cáncer de mama

·         13 noviembre: Día mundial de la bondad

·         25 noviembre: Día internacional de la eliminación de la violencia sobre la mujer

·         5 diciembre: Día internacional del voluntariado.



¿Cuales son sus metas para el nuevo año?


Al finalizar un año, no solo compartimos deseos de felicidad y éxitos con nuestras redes de amigos, sino también hacemos el esfuerzo de reflexionar sobre lo avanzado durante el año que culmina y lo que nos gustaría lograr en el que viene. Para realizar un balance de vida y determinar sus metas hay tantos sistemas como diversas culturas existen. Aquí les daremos algunas ideas simples que podrían serle de utilidad.

Partamos de la idea de que todos queremos ser felices (aunque a algunos les cueste reconocerlo!),  y dándole la razón al escritor francés Bernard de Fontanelle (1657-1757), “el secreto más grande para lograr la felicidad consiste en estar bien consigo mismo”, reconocemos que para tener una vida armoniosa,  necesitamos restablecer una coherencia o equilibrio entre los tres pilares importantes de nuestra vida: la salud, la familia y el trabajo. Equilibrio que la vida moderna y globalizada nos ha llevado a olvidar, y a soportar una serie de problemas que afectan nuestra manera de vivir y nuestras relaciones más significativas.

Antes de definir sus metas, tenga en cuenta que: Cuando piense en su salud, no se refiera solamente a la salud física (algún malestar, problema o enfermedad a prevenir o tratar) sino también a la salud mental (las emociones, sentimientos y pensamientos), a sus redes sociales (sus amigos) y a su vida espiritual.

Cuando piense en su familia, refiérase a las relaciones más importantes y estables que tiene en la vida: la relación con su pareja, sus hijos, sus padres y demás seres a los que está unido de alguna manera. Comunican bien?, se expresan afecto?, tienen actividades de ocio compartidos?... podría mejorar algún aspecto?
Cuando piense en su trabajo, quítele el peso de la “obligación” a cumplir y transfórmelo en placer de realizar tareas que le hacen sentir útil y realizado,…. El tratar de “enamorarse” de su trabajo, es hacerlo con placer, vivirlo mejor y ser más eficiente con menos esfuerzo.

Aquí, le damos pautas simples para determinar sus metas:

Busque un lugar tranquilo, siéntese, cierre los ojos e imagínese que está en el último día del año 2013, y que está mirando una foto suya,  contándole alegremente a un amigo las cosas importantes que ha logrado en ese año (obviamente en los tres pilares: salud, familia y trabajo). Luego, regrese a la realidad, abra los ojos y anote claramente lo que acaba de imaginarse haber logrado.

Escoja un cuaderno de notas y divídalo en los tres compartimentos (salud, familia y trabajo). Prepare una carátula por cada compartimento con lo que quiera lograr, pegando fotos o haciendo dibujos coloridos que le recuerden lo que quiera lograr en ese aspecto (pero con objetivos accesibles).

Cada semana (los domingos o un momento que tenga libre), escriba las cosas que hizo y que van en el sentido de sus objetivos de cada aspecto. Eso le permitirá ir recordando lo que tiene que hacer, visibilizar sus pequeños logros, los que obviamente le seguirán motivando a avanzar.  No olvide de considerar que cada meta irá avanzando por etapas pequeñitas y con paciencia. 
 

La procrastinación, o la tendencia a postergar continuamente las cosas importantes.


Dejar las cosas para más tarde es una tendencia frecuente en  un gran número de personas, quienes a la espera del momento “ideal” para realizar las actividades importantes que tienen pendientes, se distraen con otras tareas menores y van postergando una y otra vez, hasta en algunos casos, trabajar bajo presión al “último minuto”, poniéndose en un estado de tensión extremo o terminar por abandonar sus sueños más ansiados. 

Esta tendencia, antiguamente se  explicaba como ocasionada por la flojera, desorden o falta de disciplina de la persona, ahora se sabe que es mucho más que un tema de descuido y es reconocido como un problema psicológico, y que por ello tiene tratamiento.

La procrastinación (que viene del latin pro: adelante y crastinus: referencia al futuro o postergación), se refiere al hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, a pesar de tener un sentimiento de ansiedad o culpabilidad y de ponerse en situación de riesgo a tener consecuencias negativas por ello, como nos explica Mario (“yo sé que tengo que revisar mis notas de curso, pasar a limpio, hacer mis resúmenes…, pero no llego a hacerlo;  me distraigo por una mosca que vuela… por el internet, mis correos, el Facebook, hago mi horario muy preciso una y otra vez, y digo que tengo que comenzar, pero no lo hago…, y allí estoy dando vueltas, insultándome a mí mismo y  dejando las cosas para el último minuto. Siempre es así, año tras año es lo mismo, no tengo remedio… voy a desaprobar otra vez”)

Podemos hablar de dos tipos de procrastinación, el primero, que es más banal y el que hemos vivido todos en algún momento; que ocurre por una falta de motivación para realizar una tarea que la vemos como complicada, aburrida, bastante larga, agobiante,… (limpiar la casa, ordenar documentos, cocinar para la semana, tener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio, tomar las citas para un control médico de rutina,…etc.), que coincide con un momento de cansancio de la persona o un bajón de energía por causas diversas. De este estado se puede salir sacudiéndose un poco y esforzándose para pasar a la acción inmediata o en su defecto, decidiendo conscientemente de cambiar de actividad y dejar la acción para más tarde, asumiendo, obviamente, sus consecuencias.

El segundo tipo de procrastinación, qué es el que ocasiona problemas más serios, viene de factores internos de la persona (sus emociones, pensamientos, habitudes,…) y que podemos encontrar como parte de una serie de trastornos psicológicos (de ansiedad, de personalidad,….) y que requieren un tratamiento psicoterapéutico con el objetivo de disminuirlo y hacer que la persona retome el control de su vida.

Cuando analizamos este último tipo de procrastinaciones, encontramos que son los propios temores y angustias de la persona que (en el momento en que piensa o se dispone a realizar la tarea en cuestión), llegan a tener más peso en su manera de funcionar y hacen que automáticamente (sin darse realmente cuenta) se distraiga con muchas acciones menores, como una estrategia que le permite huir de una situación que va a poner a prueba sus temores más profundos; aún, sabiendo que se pone en situaciones cada vez más difíciles, cuanto más tiempo postergue lo que tiene pendiente.

Los problemas que están a la base de una procrastinación patológica, son diversos, pero podemos señalar los más frecuentes, como un autoestima frágil (“no puedo”, “no soy capaz”, “nunca pude hacerlo”,…), un temor al fracaso  (“y si no lo hago bien?;… qué pensaran de mí?.....”); o como se encuentra comúnmente en personas que tienen el perfeccionismo como modo de funcionamiento: el temor a cometer errores (“si hago algo tiene que ser perfecto, por eso necesito mi tiempo para realizar actividad,… por eso no lo hago”),…..

Si usted tiene un problema de procrastinación, no lo viva como una catástrofe, aquí le damos unas recomendaciones muy simples:

1.    Comience por reconocer el problema. Si no admite la presencia de un problema en su vida, no podrá encontrarle una solución
2.   Obsérvelo con atención (sin desmoralizarse ni desvalorizarse). Trate de ver qué características tiene su caso; tal vez encuentre algunos temores que frenen su actividad.
3.  Mírelo de otra manera, trate de convertir la “obligación” en placer. Tal vez el hecho de hacer las cosas por placer (“me gustaría llegar a…”, en lugar de “tengo qué…”) le ayude a enfrentar mejor la tarea.
4. Divida la tarea en muchas etapas pequeñitas y comience a abordarlas  progresivamente, es posible que sin darse mucha cuenta haya avanzado un buen trecho. Eso le motivará a continuar.
5.    Autorícese a cometer errores. Nadie es perfecto y no le va a pasar nada si no lo es!
6. Si lo mencionado no le ayuda, busque apoyo profesional, un psicoterapeuta cognitivo-conductual es el más indicado.