El miedo a viajar en avión, o
Aerofobia, es un trastorno de ansiedad, clasificado como una fobia especifica
de tipo situacional, según el DSMV (Manual de Diagnóstico de Trastornos
Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría), que es el documento de
referencia que sirve para comunicar entre los profesionales de la salud mental.
La aerofobia es problema muy frecuente
en la población. Los datos americanos refieren que 10% de la población presenta
un miedo intenso a volar y evita hacerlo, mientras que cerca del 15% vuela con
un malestar importante; los fóbicos a volar pueden representar entre el 2,6 al
3,5% de la población adulta. A nivel
Europeo, se considera que 1 de cada 5 personas presentarían, por lo menos una
ansiedad importante.
¿Cómo se presenta ésta fobia?
La aerofobia es un miedo intenso
y persistente que es vivido como excesivo o irracional. El malestar aparece desde
el momento en el que la persona piensa que tiene que subir a un avión
(anticipación) o cuando tiene que subirse a un avión. Entre los temores que
expresan las personas que sufren de aerofobia encontramos: el miedo de tener un
accidente y morir en él, la sensación de sentirse encerrado en un sitio muy
pequeño (claustrofobia), miedo a sentir la inestabilidad del avión (en las
turbulencias), miedo a la altura a la que se encuentra el avión, el hecho de no
tener el control o miedo a las sensaciones (ex: tener un ataque de pánico
durante el vuelo y no saber cómo reaccionar)….
Para enfrentarse a esta
situación, los fóbicos a volar suelen adoptar una serie de estrategias como:
evitar totalmente de volar (viajan en tren o en coche, aunque tengan que hacer
viajes muy largos y lleguen agotados a su destino); evitar todo aquello que les recuerde los
aviones (en los casos más graves evitan hasta pasar cerca al aeropuerto), o
viajan tomando alcohol o tranquilizantes para poder soportar el vuelo, o se
ponen a hablar con otras personas (incluso desconocidas) o no decir nada hasta
aterrizar,…. Entre las variables que afectan a la intensidad del miedo se
pueden mencionar el tamaño y el tipo de avión (en algunos casos el avión más
pequeño genera mayor malestar y en otros la situación inversa), la aparición de
turbulencias, los ruidos del avión, las condiciones atmosféricas (sol, lluvia,…),
momento del día (día o noche), estación del año, retrasos diversos,
localización del asiento, momento de despegue y aterrizaje, duración del vuelo,
compañía de una persona de confianza,… etc.
¿Cuál es el origen de la Aerofobia?
No podemos decir que haya un único
factor que esté al origen de la aerofobia, sin embargo, observando los
diferentes casos que recibimos en psicoterapia, los psicólogos podemos hablar
de tres grandes categorías de personas que desarrollarían la fobia a volar: Los
“terrestres”, los “decisores” y los “ansiosos”.
1. Los
“terrestres”, son personas acostumbradas “a estar lo más cerca a la tierra” y
se sienten más seguras cuando hacen todo en tierra (van en coche, tren,…), cuando
éstos entran a un universo aéreo (desconocido o inhabitual) pueden estresarse
de manera muy importante.
2. Las
personas “decisoras”, acostumbradas a tener “el control” o “estar en la acción”
de las cosas que ocurren (generalmente son personas que están acostumbradas a
dirigir equipos, a tener el control en el trabajo,… a solucionar los problemas
en los lugares en los que se desenvuelven). Para ellos, estar en una situación
donde “delegan” totalmente el control de la situación y que en caso de que hubiera
un problema, estarían imposibilitados de intervenir para resolverlo, les puede
provocar una inseguridad tal que desarrollan la fobia.
3. Las
personas “ansiosas”, entre las que podemos encontrar, a su vez, tres tipos de situaciones:
a) las personas que viven con temores sobre otros aspectos de su vida (miedo a
la muerte, al futuro, a las enfermedades,…), para ellas, el miedo al avión es una situación
más que puede ser objeto de angustia e inseguridad. b) Las personas que han
vivido traumatismos (accidentes, viajes problemáticos o situaciones de estrés
agudo,…), sea de manera directa (les haya ocurrido a ellos) o indirecta (hayan
visto por TV, hayan conocido víctimas de accidentes,…). Esos hechos
coincidiendo con momentos de cierta vulnerabilidad ocasional (sobrecarga de
estrés, duelos, problemas de vida,…) puede constituir un estrés post traumático
y finalmente, c) Las personas que tienen
otros tipos de fobias, como las claustrofobia (por estar confinado en una
cabina), o agorafóbico (estar en el cielo,..),
Cómo se trata la fobia a volar?
Existen varias modalidades de
tratamiento de éste problema, que van desde brindar información sobre el
funcionamiento del avión hasta tratamientos psicoterapéuticos. El tratamiento
más eficiente ha demostrado ser la psicoterapia cognitivo-conductual, que se
realiza con un psicólogo especializado, quien realizará un diagnóstico para identificar
los factores que están al origen de la aerofobia en ese paciente en concreto.
Luego aplicará progresivamente y en función de las características de cada
caso, una serie de técnicas de regulación emocional (para ayudar al paciente a
controlar sus sensaciones fisiológicas y relajarse), técnicas cognitivas (para modificar
sus pensamientos generadores de ansiedad y evitar amplificar sus miedos), y técnicas
conductuales.