La risa produce un goce emocional, de placer y permite descargar las tensiones psicológicas y físicas. Hace que la persona sea menos sensible al dolor (aumenta su umbral de tolerancia), le incrementa el ritmo cardíaco y por las múltiples contracciones internas que produce, le procura el mismo efecto que un masaje revitalizante de todo el cuerpo: un estado de relajación y una reducción de la tensión y el estrés.
Desde el punto de vista psicoquímico, podemos decir que la risa provoca la secreción de endorfinas (antidepresivos naturales) que nos hacen sentir más despiertos, más receptivos a ver el lado positivo de las cosas e incluso dar menos importancia a una realidad percibida como dolorosa o negativa. En el mismo sentido, parece ser que la risita nerviosa del flechazo o enamoramiento es producida por la secreción de feniletilamina (sustancia de la familia de las anfetaminas).
En la risa participan los principales sistemas del cuerpo (muscular, nervioso, circulatorio y digestivo), y desencadenan un estado de ánimo alegre, festivo y de buen humor, que por su efecto de reducción de la tension es altamente placentero, favoreciendo la amistad y la articulación social. La risa tiene una importante función social, a través de ella se exteriorizan las emociones, se comunica el humor al entorno por lo contagiosa que es, y permite salvar situaciones sociales que pueden ser incómodas para muchos.
El tener un buen sentido del humor, que es una actitud por la que la persona promueve la risa o el aspecto jocoso de las situaciones de la vida cotidiana (obviamente con ciertos límites, porque no se puede reír de todo) permite que la persona tenga una actitud más positiva de la vida, sea menos propensa a desarrollar enfermedades psicosomáticas y tenga un entorno social más enriquecedor (porque una persona con buen sentido del humor , es percibida como “más simpática” y atrae más que una que no lo tiene).
Esa actitud se puede desarrollar en la persona, haciendo atención a cultivar la sonrisa en todas las acciones que realiza, esforzándose a ver siempre la parte positiva de las cosas (la "botella medio llena y no medio vacía") y frente a los problemas, intentando encontrar soluciones y no enfrascarse a buscar culpables. Por otro lado, prefiriendo la lectura de textos y dibujos de humor en libros, revistas o internet; prefiriendo ver comedias en lugar de películas de terror o dramas; asistiendo a obras de teatro cómicas o viendo en TV las programas de humor (eligiendo obviamente la calidad de las mismas).
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