Todos tenemos en nuestro entorno
cercano, alguien (si no se trata de nosotros mismos) que ha sufrido o sufre de
un cáncer, una enfermedad crónica o una enfermedad degenerativa; y es cuando un
diagnóstico inquietante se acerca a nuestras vidas que nos interesamos a informarnos
y tomar medidas para prevenir las enfermedades que la vida moderna ha convertido
en casi “normales”. Al respecto, de la diversa literatura existente sobre el
tema, queremos compartir con ustedes una síntesis de la recopilación de las informaciones
que nos parecen muy interesantes y fácilmente aplicables por toda persona que
quiera tomar una parte activa en su bienestar y el de su familia.
Según el biólogo Otto Heinrich
Warburg (premio novel por su investigación: “La causa primaria y la prevención del cáncer”), las causas del
cáncer vienen de tener un nivel alto de acidez en el cuerpo. Un medio alcalino en el organismo atrae el
oxígeno necesario para la producción de energía, mientras que un medio ácido expulsa
el oxígeno y hace que las células sanas se enfermen (una célula sana a la que se le priva del 35% de oxigeno durante 48
horas podría convertirse en cancerosa). El descubrió que las células
cancerosas son anaeróbicas (no respiran oxígeno) y que no sobreviven en un
medio con abundante oxígeno, y por el contrario, sobreviven (reaccionando con
la glucosa) en un medio sin oxigeno.
En su tesis “Metabolismo de los
tumores” Warburg demostró que todas las formas de cáncer tienen dos
condiciones: un nivel alto de acidez (acidosis) y la falta de oxígeno (hipoxia).
El cáncer no sería más que una manera de adaptarse (un mecanismo de defensa) de
las células para sobrevivir en un medio ácido con falta de oxigeno. En otras palabras,
el cáncer sería el resultado de una dieta basada en alimentos que tienen un
efecto acidificante (la acidez expulsa el oxígeno benéfico de la sangre) y una
vida sedentaria (que no aporta el oxígeno necesario a los tejidos de nuestro
cuerpo), lo que coincide con las actuales campañas de prevención del cáncer, que
además de controles médicos periódicos promueven un estilo de vida saludable.
Citamos otros científicos que apoyan
esta lógica, como el Dr. George W. Crile, que dice “Todas las muertes mal llamadas naturales, son solo el punto final de
saturación del cuerpo en ácidos. En
cambio, es prácticamente imposible que un cáncer se desarrolle en una persona
que ha liberado su cuerpo de su acidez, privilegiando los alimentos
alcalinizantes y aumentando el consumo de agua pura para drenar mejor el cuerpo
de los desechos tóxicos; evitando también, en la medida de lo posible, los
alimentos que producen el ácido, o mediante la compensación de su absorción por
la ingestión de otras sustancias alcalinizantes, y evitando los elementos
tóxicos”.
Según Mencken, (autor de “La lucha por
la vida es la lucha contra la retención de ácido”) “el envejecimiento, la falta de
energía, el mal humor, las enfermedades del corazón, alergias, eczema,
urticaria, asma, cálculos, arterioesclerosis,… no son más que la acumulación de
acido”. El Dr. Theodore A. Baroody
en su libro “Alkalize or Die” (“Alcalinizar o morir”) “En realidad, independientemente de la gran cantidad de nombres
diferentes de las enfermedades, lo que importa es que todas ellas vienen de la
misma causa: demasiados residuos ácidos en el cuerpo”. El Dr. Robert O.
Young “La acidificación excesiva en el
cuerpo es la causa de todas las enfermedades degenerativas”…. “cuando se rompe el equilibrio y el cuerpo
comienza a producir y almacenar más acidez y residuos tóxicos que lo que puede
eliminar con la suficiente rapidez, diversas dolencias se manifiestan”
Retenemos, que las células de
nuestro cuerpo funcionan en base a tres elementos: agua, oxígeno y nutrientes;
que el oxígeno reacciona químicamente con la glucosa para generar la energía
necesaria para la vida; que necesitamos oxígeno en el cuerpo para que nuestras
células se mantengan sanas y que éste viene de la alimentación saludable y del
ejercicio cotidiano. Una vez
que el proceso de digestión se ha realizado, es
en función de la calidad de nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas,
minerales y vitaminas) que aportaron los alimentos que consumimos, que se
generará un estado de acidez (que eliminará el oxígeno) o alcalinidad (que
atraerá el oxígeno que necesitamos) en la sangre.
El
resultado alcalinizante o acidificante se mide mediante una escala llamada PH
(potencial hidrógeno) cuyos valores van de 0 (grado de acidez máxima) y 14
(grado de alcalinidad máxima), siendo 7 (un valor neutro). Para que nuestras
células funcionen correctamente necesitamos que nuestro cuerpo tenga un medio
ligeramente alcalino; aunque cada órgano requiere de diferentes niveles de
alcalinidad: el Ph de la sangre debe mantenerse entre 7,32 y 7,42, fuera de
esos límites comienzan los problemas de salud que pueden ser graves. El Ph de
la orina, de una persona que se alimenta correctamente se ubica entre 6,5 y 7,5
(idealmente entre 7,0 y 7,5). El Ph de la piel es 5,2 (ácido).
Nuestro
organismo funciona inteligentemente y siempre trata de mantener un equilibrio
de sus funciones y compensar algunas carencias tomando o no las reservas que
tenemos; es así que, cuando tenemos durante
mucho tiempo un aporte de sustancias ácidas en la sangre (por una alimentación
inadecuada, estrés, contaminación, … etc., ) el propio cuerpo, por la necesidad
de mantener un nivel adecuado de
alcalinidad, va a utilizar las reservas minerales alcalinas (socio, potasio,
magnesio, calcio, hierro,…) que tenemos en los huesos, cartílagos, dientes,
pelo, etc. , por lo que la desmineralización se instala en forma de caries
dentales, osteoartritis, osteoporosis,……
Ese
proceso se ve claramente en las personas que reciben quimioterapia, un
tratamiento agresivo que ataca el proceso de multiplicación celular
descontrolado, pero que también acidifica el organismo, de tal manera que éste
se ve obligado a utilizar las reservas alcalinas para neutralizar al acidez
extrema, pero lo hace sacrificando los minerales alcalinos (calcio, magnesio,
potasio) de los huesos, dientes, uñas , articulaciones y cabello; es por esa
razón que la persona que sigue ese tratamiento pierde rápidamente sus cabellos
y siente dolencias en los órganos señalados.
Es
interesante saber que se puede restaurar el hueso o cartílago desmineralizado y
que se puede retrasar la progresión de artrosis o la osteoporosis,… restaurando
el equilibrio ácido-base (nivel de acidez y alcalinidad en la sangre), porque
si no, la desmineralización continuará. Para restablecer el equilibrio, se
requiere de una dieta saludable y un estilo de vida sano, lo que significa que
todas las personas deben conscientemente asumir la responsabilidad de su salud,
mejorando su alimentación y su estilo de vida.
Al
respecto, existen una serie de alimentos alcalinizantes, que pueden verse en un
cuadro que encontrarán más abajo. Cabe señalar que no estamos promoviendo que
se siga de manera rígida esa lista; y que la compartimos como una guía que nos
pareció interesante para ir progresivamente incluyendo ciertos alimentos en la
dieta diaria, a fin de llegar a un porcentaje que permita la prevención
esperada y un bienestar general.
El
agua que permite hidratar el organismo y drenar los desechos del metabolismo,
debe ser en abundancia “por dentro y por fuera”. Se aconseja beber entre 2 a 3
lt de agua purificada por día. El agua de mar es aconsejada como muy alcalinizante
y se consume mezclada en una proporción de una medida de agua de mar por cinco
medidas de agua dulce. Existe también, otro sistema para la obtención de agua ionizada
alcalina, que es obtenida por un filtro especial (un aparato ionizador que se fabrica
en Alemania pero que aún no es comercializada en otros países) y que separa el
agua de la red habitual en dos tipos de agua: ionizada alcalina y ácida.
El beber
agua alcalina (sea del filtro especial o por mezcla de agua de mar) tiene diversos
efectos benéficos para la salud: limpia el colon de los residuos y desechos
acumulados, ayuda a neutralizar la acidez del tejido sin desmineralizar los
huesos, dientes, cabellos,… y ayuda a neutralizar los radicales libres
(responsables del envejecimiento) cuando la carga de acidez producida por las
células y la dieta no produce suficientes anti oxidantes naturales. El agua alcalina
se utiliza para beber, cocinar, lavar las frutas y verduras, mientras que el
agua ácida (que sale del filtro como desecho) se puede utilizar para lavarse
los cabellos, desinfectar los secadores de la cocina, para curar heridas y
quemaduras y para regar algunas plantas como las rosas, que requieren un medio
ácido para desarrollarse bien.
Finalmente,
van algunas recomendaciones muy simples para mejorar su salud:
1 * Incluir a su dieta diaria una mayor cantidad
de alimentos alcalinizantes. Procurar
limitar la cantidad de alimentos acidificantes a solo 20 a 30% de su dieta.
2 * Para oxigenar adecuadamente los tejidos, haciendo
ejercicios físicos regularmente (tres veces a la semana como mínimo)
3 * Beber 2 a 3 lt de agua al día para drenar el
cuerpo de todos los residuos tóxicos (de nuestro metabolismo) porque la
acumulación a largo plazo de las toxinas en el cuerpo puede provocar
alteraciones (mutaciones) y convertirse en células cancerosas.
4 * De ser posible beber agua ionizada alcalina
que neutraliza el exceso de acidez sin forzar al cuerpo a desmineralizarnos.
5 * Combatir el exceso de estrés con la practica
de actividades agradables en familia y con amigos.
- * Tratar de tener una actitud positiva frente a todo lo que ocurre en la vida. Utilizar el humor y la risa, que son las más agradables de las terapias.