¿Cómo podemos preservar nuestra salud mental?

Estamos tan acostumbrados a ocuparnos de nuestra salud cuando tenemos un problema o enfermedad a tratar y no cuando estamos a tiempo de prevenir; y esto es aún más frecuente cuando se trata de nuestra salud mental, pues estamos preocupados por cosas más urgentes (el trabajo, los embates de la crisis financiera,…) que dejamos lo importante para después, y ese después puede tomar mucho tiempo,… hasta sorprendernos con algún problema que hubiéramos podido evitar si nos hubiéramos detenido un momento a ver lo que estaba pasando en nuestras vidas.

Partiendo de que somos seres bio-psico-sociales, e incluso espirituales, el tener un bienestar general (físico y mental) tanto a nivel personal, de pareja como de la familia, requiere lograr un relativo equilibrio (porque no existe una situación ideal) entre esos cuatro pilares que soportan nuestra vida (un cuerpo sano y con la suficiente energía para realizar nuestras actividades cotidianas; un estado mental que nos permita tener intercambios interesantes, apreciar los buenos momentos y tomar decisiones adecuadas y oportunas ; tener  amigos y otras redes sociales de apoyo y estar en armonía con nuestras creencias religiosas (si las tenemos) que puede ayudarnos a darle un mayor sentido a nuestra existencia (sea cual fuere el credo).

Mucho se ha dicho sobre como ocuparse de nuestro cuerpo  físico y retenemos tres aspectos importantes: 1) necesitamos una alimentación equilibrada (por ejemplo la dieta mediterránea) que permita tener la energía y la agilidad física y mental (porque comer demasiado y con mucha grasa nos hace funcionar con más lentitud y estar menos dispuestos a realizar un buen trabajo físico y peor si se trata de un trabajo mental). 2) existen ciertos alimentos “funcionales” que podemos integrar a nuestra alimentación para incrementar el aporte de nutrientes así como el drenaje de toxinas (limón, linaza, alpiste, té verde,…). y 3) la dieta debe estar en acorde con una actividad física regular y del tipo que mejor le convenga (gimnasia, caminata, danza,…), esto para mantener un peso adecuado (agilidad de movimiento y no afecta al autoestima), así como para tener un humor positivo (por la emisión de endorfinas)

La parte psicológica es mucho más compleja, porque hay muchos factores que entran en juego (la educación recibida, experiencias anteriores, personalidad, aspectos culturales, contexto,…) pero podemos dar atención a algunos temas generales que nos pueden facilitar la vida , porque nos evitaran a nosotros de tener conflictos innecesarios, frustraciones, rumiación o culpabilidad… etc. y a nuestros hijos les permitirá construirse modelos adecuados a seguir en la gestión de emociones, la comunicación, relaciones sociales, uso controlado de sustancias,…, porque es en casa que esos modelos son formados.

La comunicación en la familia, la podemos mejorar incrementando (la calidad más que la cantidad) los momentos para hablar no solo de cosas banales (tareas cotidianas) sino de preocupaciones, problemas, sueños, proyectos,… etc), con la pareja, los hijos, los amigos; haciendo el esfuerzo de escuchar a los demás y respetar que puedan tener ideas opuestas a la nuestra; evitando el uso de la violencia en todas sus formas.

La gestión de las emociones, la podemos mejorar aceptando y expresando (sin excesos) las emociones y los sentimientos que sentimos en diferentes momentos de la vida (agradables y penosos); además,  reservándose tiempo para hacer actividades que nos gustan (solos, en pareja, con los hijos, con amigos), estas nos permitirán de tener la energía y motivación para seguir adelante.

Otro aspecto importante es  el uso controlado de sustancias y actividades que generan dependencia (alcohol, tabaco, juegos de dinero, internet, televisión, móvil, FB,….) en los padres, que tiene un efecto preventivo en el abordaje que hacen los hijos de esos productos que generan dependencia.

De la parte social, nos podemos ocupar haciendo el esfuerzo de tener amigos (pues la sociedad moderna tan “virtualizada” promueve las actividades en solitario, generando problemas vinculados a la soledad,…) , recibirlos en casa, hacer que los niños vean y participen de esas relaciones sociales. Por otro lado, los amigos y redes sociales que tengamos me ayudarán a enfrentar cualquier problema que surja en nuestras vidas y los hijos sabrán en el futuro como gestionar sus propias relaciones sociales, de lo contrario, podrían desarrollar problemas de fobia social ( timidez,…).

Finalmente, queda  reconocer que el tema es mucho más amplio, y que será abordando progresivamente, sin embargo, concluimos este artículo, indicándole que si Ud. tiene algunos aspectos que no puede gestionar adecuadamente, no dude en encontrar ayuda ante un profesional, un psicoterapeuta cognitivo-conductual, con algunos meses de trabajo la ayudará a retomar el control (la gestión adecuada) de su vida.  

Los aficionados al té verde se mantendrían más ágiles al envejecer

Desde hace mucho se hablaba de  los beneficios del té verde sobre la salud de las personas. Hoy,  una investigación japonesa confirma que los adultos mayores que beben habitualmente té verde (y obviamente tienen un estilo de vida saludable!) pueden permanecer con el tiempo más ágiles e independientes que quienes no lo hacen;  un dato realmente interesante que convencerá a muchos de consumirlo, pues no podemos olvidar que en nuestras sociedades se vive más viejos y que tener algunos hábitos saludables nos puede permitir de atravesar esa etapa de vida en buenas condiciones.

El té verde contiene antioxidantes que ayudarían a evitar daños cerebrales que pueden conducir a enfermedades. Los investigadores han estado estudiando los efectos del té verde en todo, desde el colesterol al riesgo de ciertos cánceres, con resultados mixtos hasta ahora.

Para la investigación, publicada en el American Journal of Clinical Nutrition, los investigadores decidieron examinar si los bebedores de té verde tienen un riesgo menor de debilidad e incapacidad a medida que envejecen. Yasutake Tomata, de la Facultad de Medicina de la Universidad Tohoku, y sus colegas siguieron a 14.000 adultos de 65 años o más durante tres años.

El equipo halló que aquellos que bebieron más té verde eran menos propensos a desarrollar una "incapacidad funcional", o problemas con sus actividades diarias o necesidades básicas, como vestirse o bañarse. Quienes tomaban al menos cinco tazas de té al día tenían un tercio menos de posibilidades de desarrollar minusvalías que quienes bebían menos de una taza al día. Quienes tomaban en promedio tres o cuatro tazas al día tenían un riesgo un 25 por ciento inferior.

El estudio no demostró que sólo el té verde haga que las personas se mantengan ágiles cuando envejecen.  Los amantes del té verde tenían generalmente dietas más saludables, que incluían más pescado, verduras y fruta, además de estar más preparados, tener un índice de tabaquismo inferior, menos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV) y una mayor agudeza mental. También tendían a ser socialmente más activos y tenían más amigos y familiares en los que apoyarse.
Pero aunque estos factores cuenten, el té verde se relacionó con un riesgo menor de incapacidad, dijeron los investigadores.

Pese a que no está claro cómo podría contribuir el té verde contra la discapacidad, el equipo de Tomata señaló que un estudio reciente halló que los extractos de té verde parecen reforzar los músculos de las piernas de las ancianas.

Aunque el té verde y sus extractos son considerados seguros en pequeñas cantidades, contienen cafeína y pequeñas cantidades de vitamina K, lo que significa que puede interferir con medicamentos anticoagulantes.
 

Cuando a un ser querido le toca vivir con una enfermedad crónica

Si a un ser querido le diagnostican un cáncer o una enfermedad que supone un riesgo vital, usted puede sentirse desesperado y con una gran impotencia frente a la situación, pero hay algunas cosas que se pueden hacer para darle el apoyo necesario y favorecer la adaptación de la persona con los cambios que ocurrirán en su vida y hacer menos difícil su proceso de tratamiento y convivencia con la enfermedad.

Todas las investigaciones concuerdan en señalar que el apoyo de la familia y de los amigos tienen un efecto importante en la capacidad de los pacientes a sobrellevar una enfermedad crónica; aunque cada persona tiene una sensibilidad e historia diferentes, cuando tienen una enfermedad crónica, necesitan sentir el afecto sincero (de ninguna manera la compasión) y la preocupación sana de sus seres queridos.

Van algunas pautas para dar un apoyo significativo a un ser querido (familiar o amigo) que sufre la enfermedad crónica:
  • Infórmese bien sobre la enfermedad, de ser posible, hable con el equipo médico para saber con claridad las etapas por las que pasará el tratamiento y las cosas en las que puede hacer para ayudarle a su ser querido a que integre el diagnóstico en su vida y comience a luchar contra la enfermedad.
  • Escúchele y dele el apoyo emocional que requiere, sin contra tiempos, sin decirle “no es nada” , “ya va a pasar” o cosas de ese tipo que intentar más negar la realidad. Hágale sentir que no está sola y que tiene gente que la quiere y que estará con ella en todas las etapas de su tratamiento.
  • Busque casos de otras personas que hayan vencido la enfermedad para que pueda ponerlas de referencia cuando sea necesario, cuando la desmotivación cunda, necesitará de señales de éxito terapéutico para reorientar la motivación y esperanza.
  • Cuando informe a la familia, hable directamente y con honestidad sobre la situación que toca vivir a la persona, sin dramatismos excesivos  ni escondiendo diagnósticos. Frecuentemente encontramos personas que no quieren abordar el tema y, con el ánimo de proteger al ser querido, se ponen a  inventar nuevas enfermedades raras que tienen tratamiento, para no pronunciar el nombre de la enfermedad grave y ocultarla  al resto de la familia, lo que puede generar mayor confusión, ansiedad, culpabilidad….
  • Aborde la enfermedad con los niños, de la manera más clara y dejando bien establecido que ellos no son, de ninguna manera, responsables de la enfermedad (es muy común de ver a los niños pequeños sentirse responsables de las cosas negativas que suceden en su entorno e incluso de enfermedades de los padres), responda con claridad  a todas las inquietudes que tengan y ayúdeles a disminuir su ansiedad. Trate de fomentar en los niños las actividades que les  permitirá seguir teniendo una vida normal, en la que las risas y las muestras de afecto de los niños ayuden de manera importante a la persona enferma.
  • Haga una selección de las personas con las que compartirá la información sobre la enfermedad. Algunas personas se acercarán más a la familia y participaran en las actividades de apoyo, otras, que tienen relaciones más problemáticas con la enfermedad (no necesariamente con la persona enferma) tendrán dificultades a saber como actuar y por facilidad se alejarán.
  • Haga una lista de cosas en las que sus amigos y familiares pueden ayudar (hacer mas compras, las tareas diarias, cuidar a los niños, …etc.) y pídeselas sin tener reparos, estarán gustosos de hacerlo y de sentir que contribuyen de alguna manera.
  • La persona que sufre la enfermedad pasará por etapas en las que se sucederán momentos de estrés, ansiedad, cólera, culpabilidad,… etc. Es necesario que un psicólogo-psicoterapeuta pueda ayudarle a desarrollar estrategias para recuperar la sensación de control de su vida. También puede asistir a sesiones de grupos de apoyo en los que descubrirá que hay muchas potras personas que están en el mismo trayecto de lucha contra la enfermedad y podrá encontrar estrategias que utilizan otras personas para lidiar con la enfermedad. 
 www.cleliagalvez.com
 

Alimentos “nutracéuticos”: que ayudan a prevenir el cáncer

Cuando hablamos de prevención del cáncer y otras enfermedades crónicas degenerativas, todas las investigaciones van en la dirección de adoptar una higiene de vida saludable (y mejor si se hace en familia), con una alimentación bien equilibrada (bastante lejana a las nuevas costumbres resultantes de nuestra agitada sociedad moderna) y una actividad física que tonifique el cuerpo y le permita tener energía y un buen drenaje de toxinas, lo que nos hace mirar con mayor inteligencia los alimentos que vamos a consumir, pensando no solo en nuestro presente sino y también imaginando un futuro familiar con bienestar por mucho tiempo.

 Ese movimiento en el que cada vez más personas comienzan a interesarse, nos dirige hacia los alimentos que se conocen como “nutracéuticos” o “funcionales”, llamados así por tener (en su forma natural o procesada) ciertos componentes  que han demostrado tener efectos positivos en nuestra salud e incrementar nuestra calidad de vida. Alimentos que nos ayudan a prevenir enfermedades crónico degenerativas como los infartos, embolias, hipertensión, diabetes, cánceres de tipo hormonal (glándulas mamarias, próstata, tiroides, etc.)

En la actualidad, existen muchos alimentos conocidos como protectores del cáncer y otras enfermedades degenerativas, entre ellos podemos citar, la linaza (que previene evitando la formación de tumores), el limón (tomar diariamente el zumo de un limón en ayunas), , el alpiste, la cebolla, el ajo,  el té verde,… .

Todos esos alimentos son “funcionales” y probablemente nos ayuden a drenar nuestro cuerpo de las toxinas que la sociedad civilizada nos hace ingerir sin que nos demos cuenta, por lo que el incluir alguno de esos alimentos (el que mejor se adapte a su modo de vida) en su dieta diaria equilibrada, puede ayudarle a que su cuerpo se defienda mejor de las agresiones del tiempo y de la industrialización excesiva de alimentos (utilización de pesticidas, colorantes, conservantes,….), factor reconocido como causante del cáncer. 

Van algunos datos sobre los beneficios de los alimentos nutracéuticos:

• VITAMINAS E, A Y C: antioxidantes, E (mejora la salud mental, baja de colesterol, mejora el sistema inmunológico: se obtiene del aceite de oliva, aguacate, nueces). C (refuerza el sistema  inmunológico, regenera la vitamina E en el cuerpo). 
 
• ANTIOXIDANTES: frutas y verduras coloridas (brócoli, tomates, espárragos, pimientos,…) , frijol, vitaminas E, A y C

• FITOESTEROLES: (soja) ayuda a reducir el nivel de colesterol

• SELENIO: fuerte antioxidante, mejora el sistema inmunológico, es antiviral, reduce incidencia de cáncer: se obtiene de la leche, huevo, carne, levadura, lácteos fermentados, pescados grasos (salmón, jurel, sardinas, atún)

• CAROTENOS: sistema inmunológico, mejor visión, anticarcinógeno, previene glaucoma (zanahoria, tomate, papaya, verduras verdes y pigmentadas).

Si quiere ver los beneficios de la linaza, que me parece realmente prometedora como ayuda al bienestar de nuestro cuerpo,  le invito a ver este enlace: 

Lucha contra el cáncer: ¿Hacemos prevención en nuestras familias?


El 4 de febrero es el Día Mundial de la lucha contra el cancer, por lo que muchas asociaciones e instituciones de gobierno procederán a dar estadísticas preocupantes, pues las proyecciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) indican que si no se toma una acción inmediata, el número global de muertes por cáncer aumentará cerca de un 80% para el 2030 (actualmente , se diagnostica la enfermedad  a aproximadamente 13 millones de personas en el mundo y mueren alrededor de 60%) y la mayoría de los casos ocurrirán en países de bajos y medianos recursos.

Hace mucho que los estudios de investigación indican que un tercio de las muertes por cáncer se pueden evitar mediante la prevención y otro tercio mediante la detección y el tratamiento temprano, sin embargo, aún encontramos personas que no las tienen en cuenta y viven, como si no existiera el problema, incluso con una especie de negación de una realidad que puede tocarnos a la puerta, en cualquier momento.

Cuando un diagnóstico ha sido dado a algún miembro de la familia, la vida de toda la familia se ve afectada (aparecen los temores y angustias no solo de la persona que ha recibido el diagnóstico , sino de todos, que de un momento a otro, se ven frente a la realidad de la enfermedad), por lo que es mejor prevenir y hacer que  la práctica de las pruebas médicas y medidas saludables se conviertan en un estilo de vida de la familia (recomendamos de hablar con los hijos sobre esas medidas que conviene observar y hacer que todos se sientan comprometidos con el tema, sin mostrar angustia frente al tema, sino con una actitud positiva de higiene de vida y prevención).

Recordemos algunas de esas medidas:

·         Los adultos deben hacer sus controles médicos periódicos (un control anual es de rigor), y realizar las pruebas de detección de los cánceres de cuello uterino y colorectal y de mama, para identificar las lesiones precancerosas o detectar la enfermedad en etapas iniciales que permiten el tratamiento correspondiente.

·         Tener un estilo de vida saludable: evitar el tabaco, limitar el consumo de bebidas alcohólicas, evitar la exposición extrema a los rayos ultravioleta del sol (y de las cámaras de bronceado estético), tener una dieta alimenticia rica en frutas y verduras, mantener un peso saludable y estar físicamente activo (caminatas, gimnasia, danza, … lo que mejor le convenga).

·         A los hijos se les puede ayudar a prevenir que desarrollen diferentes tipos de cáncer en el futuro, haciendo que tengan un estilo de vida saludable con buenos hábitos alimenticios y suficiente ejercicio, para que puedan mantener un peso saludable (muchas actividades de exterior en familia, pueden ayudarle a cumplir con el objetivo de salud y mantener la cohesión familiar).

·         El cancer de la piel se puede prevenir protegiéndose de los rayos ultravioleta (uso del sombrero, cremas de protección alta,…) siempre que se esté en áreas libres. Unas pocas quemaduras solares graves pueden aumentar el riesgo de que un niño desarrolle un cáncer de piel en la edad adulta.

·         El virus del papiloma humano (VPH), un virus común que puede transmitirse de persona a persona durante las relaciones sexuales, es la causa principal del cáncer de cuello uterino, cánceres de vagina y de vulva. Se recomienda la administración de una vacuna para prevenir las infecciones por VPH en las niñas de 11 a 12 años de edad y en las niñas y mujeres de 13 a 26 años que no recibieron la serie completa cuando eran más pequeñas.

·         La mejor manera de prevenir el cáncer de los pulmones  es no comenzar a fumar o, si fuma, dejar de hacerlo!. El humo del cigarrillo que fuman otras personas (humo secundario) también puede causar cáncer de pulmón. Explíquele a sus hijos por qué usted no quiere que fumen y no los exponga al humo secundario.
Para tener más informaciones sobre el cáncer , les invito a visitar el enlace de la OMS: 

La timidez: cuando la mirada del otro nos genera temor…

Todos recordamos haber tenido alguna vez a un amigo, conocido o tal vez incluso haber sufrido personalmente  de ansiedad social (lo que en el lenguaje común se conoce como timidez), un problema que hace  temer la mirada del otro y la posible evaluación que comporta esa mirada,  por lo que la persona que lo sufre evita las  reuniones sociales o participa en ellas con mucho malestar (sonrojándose, tartamudeando,…). A veces lo hace consumiendo alcohol o algunas drogas para relajarse un poco y poder afrontar esas situaciones, lo que le hace caer en problemas de dependencia a esas substancias, generándole trastornos aún más graves.

La ansiedad social  se la encuentra en diferentes intensidades (desde una ansiedad leve que genera cierto malestar en las reuniones sociales,  hasta una fobia social que perturba completamente el funcionamiento general de la persona). Comienza generalmente en la adolescencia, aunque hay casos que se presentan también en la infancia (afectando tanto a hombres como a mujeres) y parece estar vinculada al tipo de educación que ha recibido la persona, muy cerrada (centrada solo en su familia, sin frecuentar otras personas), con padres sobreprotectores (que  le hacían todo e incluso hablaban por ella)  y pocas oportunidades de intercambios sociales (no han dado la ocasión de aprender a tener relaciones sociales adecuadas).

Las personas con fobia social se muestran muy ansiosas en situaciones sociales cotidianas. Tienen un miedo intenso, persistente y crónico de ser vigiladas y juzgadas por otros, y de hacer cosas que las hagan sentirse avergonzadas. Ellas pueden preocuparse durante días o semanas antes de una situación a la que le temen. Este miedo puede volverse tan intenso que interfiere con el trabajo y otras actividades cotidianas, y puede dificultar el hecho de conseguir y conservar amigos.

La fobia social puede estar limitada a una situación (como hablar con personas, comer o beber o escribir delante de otros) o puede ser tan amplia (como en la fobia social generalizada) que la persona experimenta ansiedad alrededor de casi cualquier persona distinta a los miembros de la familia.

Los miedos más comunes son: asistir a fiestas y otras reuniones sociales; comer, beber y escribir en público; conocer nuevas personas; hablar en público; utilizar los baños públicos,….y los síntomas físicos más comunes: ruborizarse, dificultad para hablar, náuseas, sudoración, temblores,…

El tratamiento más eficaz para este problema es la psicoterapia cognitivo-conductual porque trabaja de manera sistemática no solo recreando en la persona su repertorio de habilidades sociales (saber que hacer, qué decir, como y cuando decir,…), sino también utilizando técnicas diversas para ayudarle a controlar su ansiedad y gestionar de manera adecuada sus pensamientos y otros factores psicológicos que están vinculados y que mantienen ese problema. 

Dar cabezazos a los balones de fútbol podría lesionar al cerebro

Interesante el estudio publicado por HealthDay News que advierte a los jugadores de fútbol, que para prevenir una posible lesión cerebral, deben usar las técnicas adecuadas para dar los "golpes de cabeza" acostumbrados durante el juego,  para detener o redirigir el balón.

Aunque los investigadores no han probado aún una relación directa entre el deporte y el daño cerebral, el Dr. Alejandro Spiotta y otros expertos de la Clínica Cleveland (USA) advierten que los balones de fútbol se mueven a altas velocidades cuando entran en contacto con  las cabezas de los jugadores, lo que pone a los atletas en riesgo de lesión cerebral traumática.

"Aunque el deterioro cognitivo sea leve, representaría un importante problema médico y de salud pública dado el altísimo número de jugadores de fútbol en todo el mundo", escribieron los autores del estudio. "Cualquier efecto nocivo posible podría hacerse clínicamente evidente solo décadas en el futuro".

¡A tener en cuenta por los padres de niños aficionados al fútbol!. Muchos deportes son riesgosos pero se deben practicar con mesura y utilizando técnicas que reduzcan esos riesgos, en la medida de lo posible. 
 

Las nuevas adicciones

La evolución de la sociedad (masificación de las tecnologías de la información y la oferta cada vez más amplia y fácil de juegos en línea, poker, sitios pornográficos,…) ha hecho que existan, en nuestro entorno cotidiano,  cada vez más actividades susceptibles de provocar comportamientos adictivos.
Cuando hablamos de adicción, nos referimos a la dependencia que desarrolla una persona hacia una sustancia o hacia una actividad que se ha acostumbrado a realizarla de manera repetitiva. Antes se conocían las adicciones más “tradicionales” a las sustancias como los opiáceos, el tabaco, la cocaína, el alcohol y las anfetaminas; y poco a poco el concepto se fue ampliando a casos de  adicción al sexo, al poder político, económico, o al poder de la vanidad. Ahora, podemos hablar de un amplio abanico de actividades de la vida cotidiana que al realizarse de manera compulsiva llegan a generar adicciones comportamentales, que pueden ser igualmente nocivas para la salud mental que si se tratara de una adicción a una sustancia, porque llegan a perturbar el funcionamiento general (social, laboral y familiar) de la persona.
Las “nuevas adicciones” se refieren por ejemplo, a las relacionadas con la comida (la anorexia, la bulimia) y con el consumo (atracones con alimentos o alcohol,…), a las ludopatías (juegos de dinero en casinos, tragaperras, juegos en red,…), los deportes (el fisicoculturismo, el deporte de espectáculo,…), las nuevas tecnologías (Internet, redes sociales como facebook, twiter,…), los teléfonos móviles, el ordenador portable, televisión,… etc.), las compras compulsivas, la adicción al trabajo,….etc.

Según las investigaciones, no existe  una predisposición natural que volvería a ciertas personas susceptibles de desarrollar comportamientos adictivos, sin embargo, se reconoce que los estados depresivos o de vulnerabilidad psíquica (por ejemplo dificultades relacionales, rupturas dolorosas o una baja autoestima) pueden entrenar una pérdida de control de la situación y entonces favorecer la aparición de las conductas dependientes.

Como reconocer que se está frente a una adicción?

El adicto dedica cada vez más tiempo a su actividad favorita en detrimento de otras actividades habituales y gratificantes (laborales, sociales y familiares) y termina incluso haciéndolo a escondidas para evitar las discusiones.

Progresivamente, se vuelve agresivo y se encierra en un esquema de soledad, que termina por convertirse en la causa y la consecuencia de su adicción, y pierde todo contacto con la vida real.

Sus relaciones con su familia y sus amigos se deterioran y su trabajo puede sufrir las consecuencias si la vida de la persona comienza a girar en torno al objeto de su adicción.

Reconocer la adicción es muy difícil para la persona que lo sufre (lo niega a pesar de la evidencia), es su entorno cercano el primero a darse cuenta y debe insistir a fin de que consulte un especialista.

 Para emprender el camino a la vida “normal”, es preciso admitir su problema de adicción y aceptar la ayuda profesional para controlar esa situación.

El tratamiento, es una indicación para una psicoterapia cognitivo-conductual, que inicia por una evaluación detallada del problema y sus repercusiones en la vida de la persona, y procede a un entrenamiento en el control de sus impulsos,  la gestión de sus emociones y sus pensamientos, así como la adaptación de su comportamiento para retomar el control de su vida familiar, social y profesional. 
 

Identifican un defecto neuronal asociado al autismo.


Una investigación  muy interesante acaba de ser publicada por el equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, sobre las células de pacientes con el Síndrome de Timothy, que es un raro trastorno genético que está asociado a una forma de autismo.  

Los resultados obtenidos, en ese estudio, sugieren que el autismo en los pacientes con síndrome de Timothy está causado por una mutación genética que afecta perjudicialmente a los canales de calcio en las membranas de las neuronas, lo que interfiere en el modo en que las neuronas se comunican y desarrollan. El flujo de calcio en las neuronas les permite emitir señales, y el modo en que se regula el flujo de calcio es un factor decisivo en el funcionamiento de nuestro cerebro.

Asimismo, señalan que las poblaciones cultivadas de células cerebrales procedentes de individuos con Síndrome de Timothy, tenían menos células del tipo que conecta los dos hemisferios del cerebro, así como una sobreproducción de dos de los mensajeros químicos del cerebro, la dopamina y la norepinefrina. Los investigadores piensan que pueden revertir estos efectos mediante la estrategia de bloquear químicamente los canales afectados, lo que obviamente, da mucha esperanza a la sociedad.

A fin de entender mejor, señalamos que cuando hablamos de autismo, nos estamos refiriendo a toda una gama de trastornos complejos del  desarrollo neurológico de la persona, que se conoce como el trastorno del espectro autista (ASD). Una persona con autismo se caracteriza por tener una serie de limitaciones en sus interacciones sociales (en su relación con otras personas), dificultades en la comunicación (tanto en habilidades sociales como en el intercambio verbal), y por tener conductas estereotípicas (movimientos de balanceo repetitivos, dar vueltas,…) y restringidas.

Los niños con autismo pueden tener problemas para hablarle, o no mirarle a los ojos cuando les habla. Es posible que tengan la necesidad de alinear sus lápices antes de poder prestar atención, o decir la misma frase una y otra vez para calmarse. Pueden agitar los brazos para indicarle que están contentos, o hacerse daño para mostrarle que no lo están.

El autismo, se suele diagnosticar en la infancia temprana y comprende varios tipos de trastornos con diversos niveles de gravedad, siendo el más leve el síndrome de Asperger. El síndrome de Timothy, objeto del estudio que mencionamos hoy,  es conocido por ser causado por una mutación genética única. Los niños afectados por el síndrome de Timothy a menudo muestran síntomas del espectro autista, junto con una amplia constelación de problemas físicos (cardiacos entre otros).

Hasta hoy no se conoce la causa del autismo, existen teorías que invocan tanto causas genéticas como ambientales. El autismo dura toda la vida de una persona. No existe una cura, pero el tratamiento puede ayudar. Los tratamientos incluyen terapias conductuales y de comunicación y medicinas para controlar los síntomas. Las terapias incluyen sesiones de capacitación intensivas y altamente estructuradas orientadas a desarrollar las habilidades sociales y del lenguaje.  El asesoramiento familiar para los padres y los hermanos de los niños con autismo a menudo ayuda a las familias a enfrentar los desafíos particulares de vivir con un niño con autismo.

Los invito a visitar un enlace interesante,  que detalla el estudio que acabamos de mencionar con células de pacientes con síndrome de Timothy , ilustrándolo a través de un video muy didáctico. 

El Trastorno de la Imagen Corporal

Hoy que asistimos  a un escándalo internacional ocasionado por la mala calidad de implantes mamarios (ver publicación anterior en este mismo blog) y que actualmente es objeto de procesos judiciales en Francia (país de origen de la empresa que fabricó y comercializó las prótesis PIP) provocando la toma de consciencia de los gobiernos de los diferentes países, creo pertinente hablar de lo que hay detrás de muchos de los casos que han llevado a las mujeres a realizar esas operaciones estéticas. Cabe señalar que esto no se aplica a todas las mujeres que recurrieron a este tipo de cirugía.

La imagen del cuerpo es una representación mental  de nosotros mismos que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida, y se refiere a cómo percibimos, nosotros mismos, nuestro cuerpo o nuestra apariencia.  Esta representación mental, comprende tanto un esquema corporal perceptivo (que vemos) como un conjunto de emociones, pensamientos y conductas que se han asociado.

Existe un trastorno de esa imagen corporal, que clínicamente se conoce como Trastorno Dismórfico Corporal (TDC, según el DSM-IV) y consiste en una preocupación excesiva y fuera de lo normal por algún defecto percibido (real o imaginario) en las características físicas (imagen corporal). Si el defecto existe, la preocupación y ansiedad experimentada por la persona con TDC es excesiva, ya que lo percibe de un modo exagerado.

La persona puede quejarse de uno o varios defectos; de algunas características vagas, o de su aspecto en general, causándole un malestar psicológico significativo que deteriora su desempeño social o laboral, hasta el punto de manifestar síntomas ansioso-depresivos severos (en algunos casos depresión con riesgo suicidario), el desarrollo de otros trastornos de ansiedad (obsesiones compulsivas, ansiedad social, fobia social,…) aislamiento y exclusión social. Aunque el TDR se encuentra frecuentemente relacionado a los trastornos alimentarios (anorexia y boulimia,…).

El inicio de los síntomas generalmente ocurre en la adolescencia o en la edad adulta temprana, donde comienzan la mayoría de críticas personales relacionadas con la imagen corporal y va disminuyendo con la edad, aunque en muchas ocasiones puede persistir en la edad adulta. Afecta por igual a hombres y mujeres.

La autoestima baja es una característica común de las personas con TDC, ya que centran su valor como personas en la percepción de su apariencia. Es más común entre jóvenes de clases media y alta, con pocos o ningún defecto físico; y que influenciados por los medios de comunicación y los altos estándares de belleza actual, empiezan a tener una percepción errónea o exagerada de defectos físicos imperceptibles o imaginarios.

Las principales obsesiones se centran en:  la piel, el rostro, genitales, arrugas, dientes, pecho, nalgas, cicatrices, asimetría facial, pelo, vello facial, labios, nariz, ojos, muslos, piernas, abdomen, orejas, barbilla,… Los hombres se preocupan generalmente de los genitales, mientras que las mujeres suelen preocuparse más con su cara, pelo y pecho. El defecto existe en los ojos del que sufre de TDC y no entiende por qué su entorno cercano no pueda ver el defecto que percibe y que persistan en discutirle y a pesar de todos los argumentos que le presenten, dará validez solamente a lo que el percibe.

En muchos de los pacientes con TDC, se encuentran cirugías estéticas y tratamientos dermatológicos a repetición,  que tienden más a aumentar la insatisfacción con su imagen corporal, como  es el caso de la rinoplastia, que tiende a resultar aún más insatisfactoria.  
Cuando se tienen familiares y/o amigos con este problema, lo primero que hay que hacer es convencerles de hacer una psicoterapia cognitivo-conductual, que es la que ha demostrado ser eficaz, según muchas investigaciones.